Munduan arraroak dira hizkuntza bakarreko estatuak
La Vanguardia egunkarian elkarrizketatu dute John Edwards, Quebec-eko soziolinguista. Hona hemen:
John Edwards, sociolingüista, experto en bilingüismo en Quebec
Inglaterra, pero vivo en Quebec y hablo el quebequés. El estado natural
de lenguas y hablantes es la mezcla caótica. No saber idiomas sale más
caro que aprenderlos. Mi laboratorio es la calle. Publico ´Un món de
llengües´
“El inglés – bromea Edwards-es una lengua en extinción,
porque carece de una Real Academia que vele por su pureza”. Y explica
cómo, cuando Francia, España, Alemania y otros países fundaban sus
academias, en el XVII y XVIII, los anglos rehusaron fundar la suya
“porque los demás lo hacían”. Fiaron su estándar lingüístico a dos
espontáneos: el británico Samuel Johnson y el estadounidense Noah
Webster, quienes compilaron los dos grandes diccionarios normativos del
idioma. “Hoy EE. UU. no se preocupa, al contrario que Francia, de
mantener la expansión de su lengua, pero sí de dar al mundo razones
económicas, científicas y militares para que todos se esfuercen en
aprenderlo”.
Para empezar, déjeme decir algo a los profesores…
Adelante.
Ninguna lengua, dialecto, modismo o giro local es más omenos valioso que otro.
Pero unos cotizan más que otros.
Hay lenguas americanas, por ejemplo, cuya numeración no pasa de contar hasta tres…
Si no les hace falta llegar a cuatro…
Exacto. El idioma responde a lo que exige el entorno al hablante.
Por eso, esas mismas lenguas sin cuatro tienen una palabra para
designar con precisión a primos cuartos.
¿Por qué?
Porque eran grupos pequeños que debían clarificar el parentesco para
evitar relaciones incestuosas; en nuestras grandes ciudades esa
necesidad de evitar consanguinidades indeseables se pierde y así usted
no sabrá definir, por ejemplo, concuñado.
Lo oía decir en mi pueblo.
Cada lengua es el resultado de la adaptación de un grupo a su medio,
pero si quiere prosperar en otro, deberá adquirir otras lenguas,
dialectos, subdialectos, modismos…
¿Y si tienes varias lenguas de origen?
Antes pensábamos que la lengua materna era siempre la base
imprescindible sobre la que se erigían las demás, pero el caso Steiner
y otros demuestran que la plasticidad del cerebro infantil también
permite a los niños ser bi, tri o tetralingües sin que predomine una
lengua materna inicial.
¿Y las sociedades?
La lengua es más que un mero medio de comunicarse: es seña de identidad grupal y, por ello, materia de estudio muy sensible.
Hoy unas lenguas sustituyen a otras.
El bilingüismo es un equilibrio inestable, pero – y vivo en
Quebec-puede ser sufrido como tensión y amenaza o aprovechado como
estímulo y oportunidad.
¿En qué sentido?
Canadienses y quebequeses, igual que catalanes y españoles, llevan
demasiado tiempo viendo en la coexistencia de sus lenguas un conflicto
que será resuelto sólo cuando desaparezca la lengua de los otros.
Es “el problema” lingüístico.
Si fuera un problema tendría solución; pero no lo es, porque el
estado natural del ser humano, la realidad de la inmensa mayoría de los
habitantes del planeta y de los estados donde viven, es la mezcla
caótica de lenguas. Son raros los países monolingües puros.
¿Y aspirar al monolingüismo?
Ya le he dicho que no es una aspiración natural: ¿a usted le parece una aspiración inteligente?
Una lengua sin Estado desaparece.
Falso. Del mismo modo que tampoco es cierto que una lengua con
Estado sobreviva necesariamente. Y he vivido y estudiado el caso
irlandés: el gaélico irlandés tiene un Estado y sin embargo no tiene
casi hablantes.
Ysi una lengua desaparece, no resucita.
También es falso: el hebreo era una lengua muerta que hoy es moderna
y hablada, y el checo y otras lenguas agonizaban hasta que desapareció
el imperio austro-húngaro.
Un pueblo sin lengua deja de serlo.
Vuelve a ser inexacto: irlandeses o escoceses siguen siéndolo – yo
no se lo discutiría-pese a haber adoptado la lengua del invasor inglés.
También los austriacos tienen identidad sin lengua, como otras naciones
tienen varias lenguas y una sola identidad.
¿Hay identidad nacional sin lengua?
Rotundamente, sí. La identidad grupal va mucho más allá de la lengua y le sobrevive.
¿Una vez una lengua empieza su declive es imposible detenerlo?
Tampoco es cierto, y tiene usted aquí el propio catalán, que es un
gran ejemplo de la recuperación del uso social de una lengua: ¡ya les
gustaría a cientos de lenguas en declive gozar de su salud! Irlanda y
Escocia, en cambio, me temo que van a perder del todo sus lenguas a no
ser que implanten una dictadura o algo por el estilo.
¿Las multas lingüísticas defienden un idioma o sólo logran que se maldiga?
Incentivar es mejor que prohibir, e ilusionar mejor que penalizar,
pero si existe – como en Quebec-una gran mayoría democrática dispuesta
a multar por defender su lengua, sólo puedo añadir que ellos lo han
decidido.
Veo que no hay grandes soluciones.
No, pero me temo que algunos activistas suelen elegir a la carta las
cómodas condiciones de su menú lingüístico: quieren gozar de hegemonía
lingüística, pero sin pagar el coste del aislamiento y la pérdida de
conectividad y valor que comporta renunciar a las demás lenguas
habladas en el país.
¿El bilingüismo acaba con la desaparición de la lengua más débil?
Para devolver la hegemonía a un idioma que la ha perdido en su
territorio no basta con un par de leyes y unas cuantas multas; sería
imprescindible una auténtica revolución que anulara las mismas fuerzas
del mercado y la globalización que la han arrinconado. Y eso tiene un
coste altísimo y no siempre compatible con una democracia.
¿Por qué?
Porque esas fuerzas operan porque benefician a la mayoría. Los
activistas quieren hablar gaélico, pero seguir gozando de los
privilegios de hablar inglés. Y no es posible.
¿Qué propone usted?
Tal vez se podría conservar la propia lengua sin renunciar a otras
más poderosas si se logra establecer un vínculo afectivo y duradero con
ella, un compromiso que pusiera en valor su plus cultural y equilibrara
esas fuerzas globalizadoras.
La Contra
Interesgarria, baina egingo nuke boteprontoan eta lehenengo irakurketa batean hemen bat baino gehiago eskandalizatuko dela.
Ba bai, eskandalizatuko dira, baina hein handi batean arrazoia dauka, ezta? Ala ez?
Ez dakit arrazoia noraino duen, baina esaten dituenak zer pentsatu asko eman beharko ligukete. Nik neuk nahiago dut horrelakoak lantzean behin entzutea -erratuta baleude ere- eta buelta pare bat ematea, leloak eta slogan-ak errepikatu eta errepikatu baino.