Errauste plantaren aldeko mankomunitateek meatxu egin dute Donostialdeko zaborrik ez dutela hartuko

Atalak: Errausketa, Gipuzkoa, Zabortegia

Gipuzkoako Batzar Nagusietan, maiatzeko hauteskundeen ondoren, Aldun Nagusia aukeratzeko negoziaketen erdian ipini zuen Ezker Batuak. Miguel Buen sozialistak agindu zien Gipuzkoa mailako herri kontsulta egitea, eta Markel Olano jelkideak udalek eta mankomunitateek erabakitakoa onartuko zuela. Markel Olano (EAJ) atera zen diputatu nagusi eta EBk adierazi zuen Zubietako errauste plantaren proiektua paralizatutzat jo daitekeela (1).

Ondoren etorri dira errakzioak. Markel Olano luze mintzatu zaio ” Diario Vasco “ri igandeko  elkarrizketan: “Si las mancomunidades paran la incineradora, lo aceptaremos “(2). Ondoren etorri dira mankomunitate horietako batzuen buruzagien errekzioak, eta orohar errauste plantarekin konprometiturik daudenena:

– ” Diario Vasco”ren editoriala: “Soluciones para las basuras” (3)
–  “Los tres vertederos de Gipuzkoa rechazarán la basura de Donostialdea si se para la incineradora” (4),
” Diario Vasco”n. Egunkari honek dioenez, Urola-Kostako, Deba Barreneko eta Goierriko mankomunitateetako buruzagiek garbi adierazi dute Zubietako errauste plantaren proiektua paralizatzen baldin bada, haien ez dutela gehiago onartuko Donostialdeko zaborrik.
– Erreakzio horiek eta beste batzuk ”Noticias de Gipuzkoa” egunkarian: Beasain,
Azpeitia y Zarautz se plantean dejar de recoger la basura de San Marcos
darán por roto el acuerdo si se busca una nueva ubicación para la
incineradora (5)

Hona albisteak Gipuzkoako prentsan:

(1)
EB se congratula de haber paralizado «de facto» el proyecto de incineradora
Afirma que han arrancado al PNV un compromiso a cambio de su voto en blanco

EB se congratula de haber paralizado «de facto» el proyecto de incineradora Ezker Batua-Berdeak considera que la promesa del nuevo Ejecutivo foral de que las decisiones sobre la incineración se tomarán en los municipios y mancomunidades representa, «de facto», la paralización de la construcción de plantas destinadas a ese tipo de tratamiento de residuos en Gipuzkoa. El partido se atribuye ese compromiso del PNV como una victoria propia que ayer animó a su coordinador general en Gipuzkoa, Antton Karrera, a asegurar que obligaron’ al PNV a ese «compromiso».

EB basa su interpretación del logro de la detención de la política de incineración en el rechazo de los municipios y mancomunidades a ese proyecto que «no representa el sentir mayoritario» de estas
instituciones, como cree que se demostrará «dentro de pocos días». Además de esto, el coordinador general de EB-B en Gipuzkoa aseguró que «la ciudadanía no aceptará que no se cumpla la voluntad de sus  ayuntamientos y mancomunidades» en la gestión de los residuos sólidos urbanos.

Antton Karrera expresó ayer en San Sebastián su confianza en la «firmeza» de este compromiso que, en su opinión, «arrancaron» a Markel Olano a cambio de su voto en blanco que abrió las puertas a la victoria de la candidatura jeltzale. Aunque admitió que no hay nada firmado, transmitió su convicción de que «el compromiso se estableció absolutamente claro».

Este éxito evidencia para Karrera que el voto a EB es «muy útil», además de «necesario», por esa capacidad de influencia en las Juntas Generales que aseguró que dará más resultados dado que «el tiempo de las mayorías absolutas ha tocado a su fin en Gipuzkoa» para dar paso a una etapa en la que el diálogo y la negociación serán «la clave de acción del Gobierno», en vez del «rodillo y la imposición».

(2)
MARKEL OLANO, DIPUTADO GENERAL DE GIPUZKOA
«Si las mancomunidades paran la incineradora, lo aceptaremos»
El máximo dirigente de la Diputación de Gipuzkoa afirma que sus prioridades son potenciar la innovación y un reparto equitativo de la riqueza
FERNANDO SEGURA/

Markel Olano (PNV) anunció en el pleno de investidura como diputado general una decisión que va a reabrir el polémico debate sobre la incineradora. El PNV se comprometió con EB-Aralar a dejar en manos de las mancomunidades la definición de cómo se debe resolver el problema de los residuos que se generan en Gipuzkoa. A cambio, la coalición votó en blanco en el pleno, propiciando el nombramiento de Olano. Tras las últimas elecciones, es casi seguro que varias de estas instituciones
comarcales tengan nuevas mayorías políticas en contra de la incineración. En esta primera entrevista como diputado general, Olano realiza un repaso a los principales retos de la legislatura, entre las
que destaca colocar a Gipuzkoa como territorio puntero en innovación.

-¿La solución al problema de los residuos pasa por la puesta en marcha de una incineradora?

-Apoyamos el Plan de Residuos, que contempla la incineración como el cierre de un proceso que se inicia en la prevención y continúa con el reciclado y el compostaje. La Diputación debe dar cobertura a las instituciones responsables en la materia, es decir, a las mancomunidades, donde los ayuntamientos han delegado sus competencias. En el pleno indiqué que respetaremos las decisiones que se adopten en
estas instituciones, sean las que sean. Apoyaremos la fórmula que elijan.

-Las mancomunidades ya se han posicionado a favor de la incineración e incluso se ha elegido una localización para la planta. ¿Dónde está la novedad?

-No hay nada nuevo, pero sí es verdad que Gipuzkoa ha cambiado en las últimas elecciones. A nosotros nos toca respetar las decisiones que se vayan aprobando. Es verdad que ya se han tomado algunas y seremos coherentes con ellas. Ahora bien, si los ayuntamientos cambian de esquema a nosotros nos toca respetar esa decisión.

-EB ha interpretado que sus palabras en el pleno eran el primer paso para la paralización de la incineradora. ¿Es así? ¿Se va a abrir de nuevo el melón?

-Los ayuntamientos y las mancomunidades son los responsables en esta materia. A nosotros nos corresponde coadyuvar a las decisiones que ellos vayan adoptando. Hasta ahora se ha producido un proceso y nosotros lo hemos asumido. Si esa cuestión cambia, si Izagirre (portavoz de EB en Juntas) confía en que cambie, él verá. Yo no soy capaz de indicar qué va a pasar en el futuro. Reafirmar el respeto al reparto competencial no es una gran novedad. La Diputación tiene sus competencias y los ayuntamientos las suyas. Ya se verán las decisiones que vayan a adoptar más adelante las mancomunidades, pero en este momento no hay ninguna novedad. En las mancomunidades, los nuevos
equipos que vengan como consecuencia de las elecciones, quizá decidan revisar las decisiones adoptadas antes y noso- tros respetaremos lo que acuerden.

(3)
Soluciones para las basuras

(Editorial del Diario Vasco)

El delicado problema que representa para Gipuzkoa disponer de una alternativa solvente para afrontar el desafío de qué hacer en el futuro con las basuras que genera el territorio, parecía haber entrado en un
cauce de solución definitiva, tras cuatro años de polémicas, intenso debate social y un importante grado de controversia interinstitucional sobre la ubicación definitiva de la futura incineradora de residuos urbanos. El convenio firmado a comienzos de este año por la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de San Sebastián y todas las mancomunidades guipuzcoanas, con la única excepción de Txingudi, constituía un acuerdo sólido para encauzar una solución definitiva a través del cierre del actual vertedero de San Marcos, el traslado de la basura de los municipios de esta mancomunidad a otras comarcas guipuzcoanas y la construcción de la planta incineradora en los altos de Zubieta.

Sin embargo, la controversia desatada estos últimos días sobre esta materia, al compás de la investidura del nuevo diputado general de Gipuzkoa, no hace sino provocar una considerable e innecesaria confusión sobre una cuestión sensible, que había sido razonablemente orientada al final de la anterior legislatura. El problema del tratamiento de las basuras en Gipuzkoa exige una actitud política
responsable por parte de dirigentes, formaciones políticas e instituciones concernidas, y no una subasta de propuestas que traten de asegurarse determinados apoyos coyunturales, sobre todo porque lo que está en juego es la solución a un problema acuciante para todos los ciudadanos guipuzcoanos. El posicionamiento del nuevo diputado general, Markel Olano (PNV), dejando en manos de las mancomunidades una decisión final sobre la futura incineradora, la sugerencia del socialista Miguel
Buen abogando por una consulta ciudadana con «preguntas pactadas», y la actitud de Ezker Batua dando por hecha la paralización de la citada incineradora a cambio de un supuesto compromiso arrancado al PNV para votar en blanco en la sesión de investidura, más parecen tácticas políticas oportunistas, que intentos serios de afianzar una solución definitiva para el tratamiento de las basuras, que Gipuzkoa no puede permitirse el lujo de seguir posponiendo, sin el horizonte de certidumbre que un problema de esta magnitud e importancia reclama. Los compromisos adquiridos en esta materia por la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de San Sebastián y las mancomunidades
guipuzcoanas afectadas, constituyen el punto de partida insoslayable para orientar la solución a un problema que no admite más demoras. Y en ese sentido, la institución foral tiene una responsabilidad
instransferible, porque, más allá del estricto marco competencial existente, no puede desentenderse de una situación que afecta decisivamente y por igual a la integridad del territorio guipuzcoano.

La imposibilidad de que los actuales vertederos guipuzcoanos puedan seguir acogiendo sin límites más basura en los próximos años, desemboca en la necesidad inaplazable de soluciones, y no más dilaciones. Durante estos cuatro últimos años ha habido momentos muy delicados en la
búsqueda de alternativas para esta cuestión. Afortunadamente, el desencuentro interinstitucional existente abrió paso hace unos meses a una leal colaboración entre instituciones. El conflicto sobre el
tratamiento de las basuras en Gipuzkoa es lo suficientemente delicado y complejo como para evitar que se cronifique la incertidumbre sobre su inaplazable solución. Es preciso activar todos los resortes necesarios con el fin de lograr que el proceso integral de tratamiento de las basuras garantice para Gipuzkoa un modelo avanzado, sostenible y ejemplar. Para conseguirlo se necesitará contar con una planta incineradora de basuras, como consecuencia del abultado volumen de residuos urbanos que genera el territorio guipuzcoano, pero el recurso a esta alternativa no debe suponer renuncia alguna, sino todo lo contrario, a impulsar iniciativas como la implantación del cuarto contenedor para la recogida de basura orgánica o la apuesta complementaria por otro tipo de tratamientos para las basuras, que posibiliten la máxima reducción posible del volumen de residuos destinado a su tratamiento final mediante incineración.

(4)
Los tres vertederos de Gipuzkoa rechazarán la basura de Donostialdea si se para la incineradora
Las comarcas de Urola Kosta, Goierri y Bajo Urola reciben los residuos de San Marcos a condición de que se construya la planta en San Sebastián. Las nuevas mayorías políticas en las mancomunidades podrían aparcar el Plan de Residuos de Gipuzkoa aprobado en la pasada legislatura.

FERNANDO SEGURA

Los tres vertederos de Gipuzkoa rechazarán la basura de Donostialdea si se para la incineradora
Los principales responsables de las mancomunidades del Bajo Deba, Urola Kosta y Goierri afirmaron ayer que si se paraliza la construcción de la incineradora de Zubieta (San Sebastián), no permitirán que se deposite en sus vertederos la basura que reciben de Donostialdea.

Los vertederos de estas tres mancomunidades (Lapatx, Urteta y Sasieta) acogen desde el cierre de San Marcos la basura que se genera en San Sebastián y su comarca. Esta recepción es fruto de un laborioso y
polémico acuerdo que consumió gran parte de la pasada legislatura. Finalmente, se pactó que las tres mancomunidades recibirían la basura de Donostialdea sólo si se aprobaba la construcción de una incineradora en San Sebastián. Además, se acordó que los tres vertederos se cierren en 2009.

Este acuerdo parecía que daba solución al grave problema de la generación de residuos en Gipuzkoa. No ha sido así. El debate se reabrió en el pleno de las Juntas Generales del pasado viernes, en el que se invistió como diputado general a Markel Olano. Éste anunció que la Diputación aceptará las decisiones que adopten las mancomunidades en el tema de residuos «sean éstas las que sean».

Esta toma de postura se derivaba de las negociaciones mantenidas entre PNV y EB-Aralar y en las que los jeltzales quisieron asegurarse el voto en blanco de la coalición, propiciando así la elección de Olano. A cambio, éste debía admitir que el nuevo Gobierno foral asumirá las decisiones que se adopten en las mancomunidades. Esta asunción es algo obvio, dado el reparto de competencias, pero la posición marcada por Markel Olano adquiere un nuevo significado político e institucional si se tiene en cuenta que la representación en las mancomunidades variará en las próximas semanas debido a los resultados electorales de mayo. En tres de ellas, el control podría pasar a manos de partidos opuestos a la incineradora, concretamente, San Marcos, Tolosaldea y Alto Deba.

EB, ante esta nueva situación en las entidades comarcales, ha afirmado que el acuerdo con el PNV supone «de facto» la paralización de la incineradora. EA, socio del PNV, no se ha pronunciado sobre la cuestión.

Los que sí han manifestado su opinión son los máximos responsables de las tres mancomunidades que reciben los residuos de Donostialdea. Los tres afirman que la paralización de la incineradora conllevaría el inmediato cierre de sus vertederos para los residuos de San Sebastián y su comarca.

«Conflicto gravísimo»

José Luis Vallés, presidente en funciones de la Mancomunidad del Bajo Deba, afirma que si se aparca el Plan de Residuos «el conflicto que se generaría sería gravísimo. Además, qué iba a hacer Donostialdea con su basura, porque está claro que si se rompe el convenio en vigor, no permitiríamos la llegada de los residuos de esa comarca. Ahora estamos siendo solidarios para que puedan salir del bache».

De la misma opinión es Javier Zarraonaindia, presidente en funciones de Urola Kosta. «Si se decidiera no construir la incineradora, la consecuencia directa sería que los tres vertederos de Gipuzkoa
dejaríamos de recibir la basura de Donostialdea y, por tanto, se tendría que reabrir el de San Marcos. El que diga otra cosa, miente. Los que estén dispuestos a dar este paso tendrán que dar explicaciones
a los vecinos de San Marcos. Aquí todos somos mayores, las soluciones están sobre la mesa y el problema para Gipuzkoa es de tal calibre que se requieren soluciones urgentísimas».

Iñaki Erauskin, gerente de Sasieta, también alerta sobre lo perentorio  de los plazos. «La paralización de la incineradora nos retrotraería a la situación que existía antes de la aprobación del convenio que ha
permitido trasladar la basura de Donostialdea a otras comarcas. Si la Mancomunidad de San Marcos optara por una vía diferente, al día siguiente tendrá que reabrir su vertedero». Erauskin indicó que «en la situación más optimista, en un plazo de cinco años se pondrá en marcha la incineradora, pero tres años antes se habrá agotado la capacidad de los vertederos. No estamos para más prórrogas».

Lamentable dejación

Por su parte, el portavoz socialista en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Miguel Buen, consideró «lamentable la dejación» que ha hecho Markel Olano en materia de tratamiento de residuos sólidos urbanos. «Para lograr su investidura, se ha lavado las manos como Pilatos en el tema de los residuos, echando por tierra el trabajo de mucho tiempo y muchas personas para una salida al grave problema de la basura».

El dirigente socialista consideró que la actitud de Olano se sustenta «en una leyenda urbana» basada en que la Diputación no tiene competencia en esta materia. A su juicio, esto es «radicalmente falso»
ya que la Ley de Protección del Medio Ambiente del País Vasco «establece que los órganos forales son los encargados de elaborar los planes de residuos, de garantizar la prestación de los servicios y de
impulsar infraestructuras supramunicipales para la gestión de las basuras».

El programa de PNV y EA en materia de residuos «ha durado dos telediarios. Mucho me temo que esto sólo sea el comienzo de la paralización de los grandes proyectos estratégicos de Gipuzkoa», concluyó Buen.

(5)
Beasain, Azpeitia y Zarautz se plantean dejar de recoger la basura de San Marcos darán por roto el acuerdo si se busca una nueva ubicación para la incineradora
Consideran que no pueden asumir un nuevo retraso que perjudique a sus vecinos

carlos marcos

Las
mancomunidades que reciben desde el pasado mes de marzo en sus vertederos la basura de San Marcos (300.000 habitantes) anunciaron ayer que si se rompe el acuerdo adoptado para construir la planta
incineradora en Zubieta (Donostia) ellos darán igualmente por roto su acuerdo de recibir la basura del resto del territorio.

El presidente de la Mancomunidad de Urola Kosta, Javier Zarraonandia, y el gerente de la Mancomunidad de Sasieta, Iñaki Erauskin, señalaron que “si alguien decide paralizar lo pactado, la consecuencia automática será que los tres vertederos tendremos que dejar de recibir los residuos de San Marcos”.

Con estas palabras respondieron en la Cadena Ser al anuncio realizado por el nuevo diputado general, Markel Olano, quien ha afirmado que la Diputación aceptará cualquier cambio de planteamiento en este tema al entender que el mapa municipal ha cambiado tras las elecciones.

Los vertederos de Beasain (Sasieta), Azpeitia (Urola Medio) y Zarautz (Urola Kosta) comenzaron a
recibir en marzo los residuos del resto del territorio como un ejercicio de “solidaridad” para posibilitar el cierre del vertedero de San Marcos. Su único requisito fue precisamente que se aprobara la
ubicación de la planta incineradora para evitar nuevos retrasos debido a que la colaboración va a reducir drásticamente la vida útil de sus vertederos a julio de 2009.

Coincidiendo con este acuerdo se constituyó el Consorcio de los Residuos, en el que la Diputación tiene
una participación mayoritaria y, por lo tanto, la llave para alterar los acuerdos adoptados.

Zarraonandia consideró que “estamos en un momento de urgencia y gravedad” y defendió que “está claro que el mejor sistema de cierre para los residuos de Gipuzkoa es la incineración y que hay unanimidad en ello”. Sin embargo, señaló que si los acuerdos firmados se rompieran, los vertederos no podrían seguir recibiendo los residuos del resto del territorio para centrarse en sus comarcas.

Por su parte, Erauskin consideró que cualquier cambio en las decisiones adoptadas “traerá consecuencias”. “Nosotros no podemos seguir recibiendo basura mientras se decide eternamente una
ubicación; así que si se rompe el Consorcio o surgen problemas, cada uno tendrá que tomar sus decisiones y las consecuencias que ello conlleva”, insistió.

Al mismo tiempo, recordó que se espera que para finales de septiembre o primeros de octubre quedaran constituidas las nuevas mancomunidades y apuntó que “no nos podemos olvidar de que,
aunque hoy se empezara a construir la incineradora, existe ya un retraso de tres años en el que no habrá una solución para los residuos de Gipuzkoa, una vez que se cierren todos los vertederos”.

La postura socialista Por su parte, el Gobierno municipal de Donostia no quiso valorar ayer el anuncio del diputado general ni tampoco aclarar si propondrán un cambio de ubicación de la incineradora ante las nuevas posibilidades que se abren.

El portavoz socialista en las Juntas Generales, Miguel Buen, sí denunció que la decisión de Olano supone
“echar por tierra el trabajo de mucho tiempo y de muchas personas para buscar una salida al grave problema de la basura”. Asimismo, denunció que es “radicalmente falso” que la Diputación no tenga competencias en materia de residuos, por lo que acusó al nuevo diputado general de “dejación” de sus responsabilidades.

La alcaldesa de Lasarte-Oria, la también socialista Ana Urchueguía, manifestó, por el contrario, su “satisfacción” por el anuncio y recordó que el Ayuntamiento en pleno aprobó su “rechazo” a la ubicación de la incineradora en Zubieta. Además, anunció que va a recurrir, a través de la vía contencioso-administrativa, la constitución del Consorcio de los Residuos porque “se ha relegado a los ayuntamientos”.